El pasado sábado 16 de julio por la noche un vecino observó como un señor de estatura media, grueso, canoso y con perilla, de unos 55 años aproximadamente, y que llevaba una moto gris metalizada, arrancaba uno a uno con una espátula todos los carteles que hablaban de la historia de Manuel, que los y las solidarias con la Casa del Aire habíamos pegado en la fachada la noche del funeral de Manuel, a modo de homenaje en su propia casa.
No nos deja de sorprender como se sigue acosando y coaccionando a su familia, sin ni siquiera respetar la memoria de Manuel, y faltando al respeto de sus familiares, amigos y compañeras. Incluso se han atrevido a forzar la cerradura obviando por completo a las personas de la familia de Manuel que convivían con él y que tienen derecho a seguir viviendo en la casa.
De momento no podemos dar el nombre exacto de la persona que se entretuvo en llevar a cabo esta hazaña, pero tenemos claro qué mano hay detrás de todo esto… El ansia por el dinero parece que es inagotable, y que lleva a determinadas personas a una deshumanización total, que ni siquiera son capaces de respetar el dolor que se siente cuando se pierde a un ser querido, ni tan siquiera por una semana.
¡¡¡LA CASA DEL AIRE NO SE RINDE, PORQUE ESTA EN NUESTROS CORAZONES!!!
BASTA YA DE ACOSO INMOBILIARIO A LAS PERSONAS CON MENOS RECURSOS, LA LUCHA ES EL UNICO CAMINO, Y ES RESPONSABILIDAD DE TODAS.
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