Quieren transformar nuestras relaciones con una convivencia que prohíbe el encuentro, el debate, las manifestaciones o cualquier intento de solucionar los problemas entre nosotros mismos. Esperan arreglar con leyes las problemáticas que han generado; evitando que se vea todo aquello que no les gusta, negando la desigualdad que producen y obviando la riqueza social que trae consigo la diferencia.
Esta normativa nos afecta a todas las que habitamos la ciudad, pues quieren hacernos personas conformes y reproductoras de un molde único de individuo. De igual forma, todo aquel que no se acople o que no quepa dentro de este molde se ve aislado, perseguido y reprimido; es así como problemáticas generalizadas como las que viven los inmigrantes, las que hacen visibles y por las que luchan los movimientos sociales y las de tanta complejidad como las de la prostitución, se enfrentan de forma más directa a la aplicación de la ordenanza.
En este contexto, los pasados 3 y 9 de abril de 2011, colectivos como la Casa del Aire, la Coordinadora Antifascista, la Revista K-Kruz y la Asamblea de la Calle, organizamos en Granada el Mundialito contra la ordenanza cívica. Nuestro objetivo era facilitar el espacio para un encuentro deportivo y reflexivo, como excusa para (re)conocernos, establecer vínculos y decir NO al modelo de ciudad, de personas y de relaciones sociales que quieren imponernos.
El domingo 3 estuvo dedicado a encontrarnos de una forma más lúdica, jugando al fútbol y compartiendo una comida, donde tuvieron cabida todo tipo de gente. El sábado 9 estuvo más centrado en aspectos más reflexivos y analíticos del conflicto que genera la regulación del espacio público. El transcurrir de ambas actividades lo resumimos a continuación.
a. Mundialito de fútbol sala
La mañana del 3 de abril amaneció con no muy buenas expectativas climáticas. Los cielos cubiertos y lluvias débiles hacían pensar lo peor. Sin embargo, cuando empezó a subir la gente al Llano de la Perdiz donde tenía lugar la actividad, pudimos comprobar gratamente la asistencia de 24 equipos participantes, que junto con sus acompañantes, llegaron a congregarse en torno a las 200 personas. Las cuales disfrutaron tanto de la actividad deportiva, como de la comida que se ofreció y la buena compañía, envuelto todo en una atmósfera amigable y con una paisaje asombroso de fondo.
A nivel deportivo, cabe destacar el equipo vencedor, Los Cariocas, unos jóvenes de Maracena que acabaron llevándose el gato al agua. Por otra parte, el favor del público se lo llevó el equipo Las Chungas, compuesto todo por jóvenes mujeres con mucha garra que alcanzaron las semifinales.
Antes de comenzar la final, se reunió a la gente para comentar de nuevo las razones que nos llevaron a organizar el mundialito. Se acabó leyendo un comunicado, que se cerró al grito de “la calle para quien la pisa”. Con la final triangular llegó también la lluvia, lo que hizo que una vez terminados los partidos y entregados los premios, se recogiera el campamento, sin olvidar convocar a la gente para la segunda actividad del mundialito que se celebraría el fin de semana siguiente.
b. Charla y debate en torno a la ordenanza cívica
Una semana más tarde de la celebración deportiva del Mundialito contra la ordenanza Cívica se organizó el sábado 9 de abril, una jornada de reflexión y debate sobre la normativa en cuestión. La sesión estuvo compuesta por dos actividades mediadas por un refrigerio. Primero se llevó a cabo una charla donde el colectivo de juristas 17 de Marzo de Sevilla presentó su Manual de Autodefensa Civil, además de comentar su experiencia y responder a las preguntas de los asistentes.
Tras un breve receso donde aprovechamos para merendar y conversar sobre lo escuchado, se realizó una mesa redonda donde colectivos (además de los organizadores, estuvieron CNT, APDHA, Asamblea Plaza de la Libertad, Asamblea Democracia Real Ya y un grupo de gente que se concentra todos los viernes a las 20h en la plaza del Ayuntamiento) y personas a título individual expusieron sus posturas y reflexiones en torno a esta normativa. La mesa fue introducida con una síntesis del proceso de implantación de la normativa y con un breve análisis del texto. El contexto se completó con la presentación realizada por cada colectivo de lo hecho al respecto del conflicto generado por la ordenanza en cuestión.
La jornada terminó con un debate en torno al ¿qué hacer frente a la ordenanza?, donde salieron a relucir experiencias vividas en relación a la misma y se propusieron posibles propuestas en las que está trabajando la gente.
Cabe mencionar que a pesar de que el evento estaba planeado tener lugar en el local Entresuelo, y dado el buen día que acompañaba, se acabo realizando en la plaza misma. Este hecho anecdótico tuvo un gran valor simbólico ya que, dada la temática en torno a la cual giraba la jornada, tomar un espacio público con medio centenar de personas sentadas encontrándose y debatiendo sobre esta problemática que afecta a todas las personas que habitan y utilizan la ciudad, supuso a su vez un acto de desobediencia civil a la misma normativa.
El objetivo del acto era compartir información, experiencias, y posibilitar el diálogo sobre el qué se puede hacer. En ningún momento se planteaba que de la actividad saliera nada concreto. Sin embargo, el ánimo de la gente propició que se convocara a una nueva reunión en la que aquellos colectivos y personas interesadas en seguir trabajando el tema de la ordenanza se juntaran para ver en qué medida se pueden coordinar las fuerzas. Incluso se adelantaron algunas propuestas concretas que se tratarían en la reunión.
A modo de balance final, los colectivos organizadores han valorado positivamente la organización de este mundialito. Además de la buena acogida y asistencia, ha servido como espacio de encuentro entre diversos colectivos y personas, que en su afán de luchar contra el sometimiento que impera, se juntan para experimentar cómo a través de un trabajo colectivo se pueden ir uniendo fuerzas para afrontar este conflicto común.
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